viernes, 10 de junio de 2011

ANTONIO LOPEZ DE SANTA ANNA

La figura de Antonio López de Santa Anna en la historia de México, ha sido muy controvertida. Cuando se habla de historia, siempre se juzga a los personajes por el resultado final de sus actos, así desafortunadamente hemos divido a los seres humanos que pudieron trascender de alguna u otra manera, como héroes o como traidores. Es una forma muy subjetiva de tratarlos, y por ello, hablar de un personaje como éste es muy importante. Hay que preguntarnos cómo siendo tan despótico pudo lograr estar varias veces en el poder. Santa Anna puede entenderse como un personaje de gran carisma, personalidad imponente y sobre todo, algo que no se comenta nunca, un compromiso que asumió moralmente con México, en la lucha con Estados Unidos, aunque finalmente no hubiera tenido los recursos materiales ni estratégicos para vencer.
Antonio de Papua María Severino López de Santa Anna y Pérez Lebrón, es el nombre completo del personaje que nació en 1794 en el Estado de Veracruz. Desde joven ingresó a la carrera militar la cual era de las más prestigiadas en ese tiempo, precisamente por el contexto que vivía el país; había una lucha constante por ordenarlo políticamente y una de las formas de hacerlo, era la conquista del enemigo a través de las armas. Mucho tiempo estuvo sirviendo como militar ahí en su estado natal, luego en 1821, cuando estaba en su pleno apogeo la lucha entre españoles y criollos, peleó con José Joaquín de Herrera, quien era uno de los principales hombres que querían llevar a cabo el Plan de Iguala.
Para ubicarnos un poco en este tiempo histórico, debemos recordar que en la Independencia, lo que se buscaba en primer lugar era lograr un gobierno nacional independiente, y que todas las influencias externas desaparecieran. En este momento no había intereses todavía personales, porque lo que se buscaba era unificar al país en este proceso. Uno de los militares que sobresalió fue Iturbide, que después de haber luchado contra los españoles, él mismo se nombra emperador y entonces Santa Anna empieza a separarse de él, después de que había seguido su carrera militar y política.
En la pugna entre liberales y conservadores, éstos últimos veían en la figura de Santa Anna una gran posibilidad, pues lo llamaron para formar un gobierno centralista, ya que él mismo iba de una tendencia política a otra, y esta vez, lo llamaron para sacarlo del destierro al que lo enviaron los liberales.
En 1838 también intervino en la guerra de los pasteles, cuando Francia buscaba un pretexto para intervenir a México. En otra acción en Veracruz, precisamente contra el ejército francés, cuando éste finalmente llegó para atacar el país, perdió una pierna con una granada, y esto para sus seguidores fue el reflejo de su papel heroico. En este tiempo se llevó a cabo la guerra de México con los Estados Unidos, en la que desempeñó un papel militar muy cuestionado, pues no pudo organizar eficazmente las tropas y se le acusó de haber ocasionado la derrota.
Para México no fue posible organizar la defensa. Se carecía de un verdadero ejército, de armas y de dinero. Los norteamericanos, que bloqueaban la costa, dejaron pasara Santa Anna, procedente de Cuba, donde había estado desterrado, seguros de poder comprar al General. Santa Anna trató de conseguir fondos, reunir hombres y comprar armas, pero sin resultado, debiendo retirar a sus tropas. La derrota originó también su renuncia a la presidencia, aunque trató de organizar la resistencia, lo que tampoco logró ya con el ejército y los grupos políticos opuestos a él, lo que culminó con la firma el documento Guadalupe Hidalgo el 2 de febrero de 1848, un tratado de paz, amistad y límites entre México y Estados Unidos, donde se reconocía la pérdida de Texas y la Alta California; además la línea divisoria afectó los estados de Tamaulipas y Sonora y el territorio de la Baja California.
La pregunta final, es si puede juzgarse a un personaje de forma parcial, por la pérdida de territorio en medio de un contexto de total adversidad no sólo para defender al país, sino bajo el cual había una rebelión y organización de los grupos de civiles que deseaban la independencia de Texas del territorio nacional.
En 1855 terminó su último período en la presidencia cuando Juan Álvarez o derrocó a través del plan de Ayutla. Santa Anna huyó al extranjero; en 1862 regresó a México, pero el liderazgo de Benito Juárez impidió su retorno. Murió en 21 de junio de 1876.
La figura de Santa Anna es importante en medio de un contexto histórico caótico, ya que el México independiente no fue ajeno a intereses internacionales, especialmente en el ámbito territorial. Respecto al episodio más dramático y que le señaló históricamente, que fue la pérdida de gran parte del territorio Mexicano, es relevante reconocer las circunstancias que existían para llegar a esa nefasta conclusión para el país.
La pérdida del territorio no fue un episodio fortuito auspiciado por la voluntad de Santa Anna, sino el resultado de una serie de factores como el interés de los propios colonos texanos por dejar de pertenecer a México, un movimiento de rebelión de éstos apoyado por el gobierno norteamericano, con la finalidad de provocar una guerra que concretara la adhesión del territorio.                                

No hay comentarios:

Publicar un comentario